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 EL CUENTO DE NAVIDAD DE AUGGIE WREN


La historia que cuenta Auggie Wren empieza con un chico que empieza a robar unas cosas de la tienda. Había mucha gente en el mostrador asi que Auggie no lo había visto al principio. El chico salió corriendo de la tienda por lo que lógicamente Auggie salió tras él. Lo persiguió pero como se cansó, se rindió. Se le había caído algo y como no tenía ganas de seguir corriendo lo recogió. Resultó que era la cartera del chico. No había dinero dentro pero sí su carnet de conducir junto con 3 o 4 fotos. Auggie tenía su dirección y sus datos por lo que podía haber llamado a la policía pero le dio pena. Se quedó con su cartera. De vez en cuando tenía el impulso de devolvérsela pero lo posponía una y otra vez. Cuando llegó Navidad él no tenía nada que hacer. Entonces como tenía los datos de aquel chico, se fue a devolverle su cartera. Hacía mucho frío aquel día, y se perdió varias veces. Al final, encontró el apartamento y llamó al timbre. Una voz contestó que quién era y él respondió que estaba buscando al chico que se llamaba Robert. La señora, que era una anciana, preguntó que si él era Robert y enseguida abrió la puerta. Lo primero que notó Auggie es que era ciega. La anciana lo abrazó. Auggie dijo que había vuelto para verla por Navidad. Él le siguió la corriente. Ambos entraron al apartamento y pasaron el día juntos. Después Auggie empezó a tener hambre. No parecía haber mucha comida así que salió a comprar y se llevó muchas cosas. La anciana tenía vino guardado así que entre los dos  prepararon una cena de Navidad. Cuando terminaron de comer, fueron al cuarto de estar y se sentaron. Auggie tenía ganas de mear así que se disculpó y se fue al baño. Cuando entró al baño, vio unas cámaras en sus cajas completamente nuevas. Auggie no había hecho una foto en su vida y mucho menos nunca había robado nada. Pero cuando vio aquellas cámaras decide llevarse una. Así sin más. Cogió una cámara y volvió al cuarto de estar. Al volver, la anciana ya estaba dormida. Auggie lavó los platos y se marchó. Como era ciega, no pudo dejarla una nota de despedida. Dejó la cartera de su nieto Robert, cogió la cámara y salió del apartamento.

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